El color Tiffany

El modelo y el color son dos de los elementos más determinantes de un look, son muchos los defensores del color como el más definitorio de todos y el que debería prevalecer sobre lo demás. Muchos asesores de imagen conciben el color como el primer escalón para conseguir un determinado efecto y supeditan los demás elementos al color elegido.

Seamos o no defensores de esta corriente, es innegable que el color es fundamental y que sobre su importancia se ha escrito mucho no sólo en la disciplina de la moda, sino en otras muchas facetas del arte... 

Nosotros mismos, cuando muchas veces tenemos un evento, nos imaginamos un vestido... incoloro? No, casi siempre entra en juego el color, además de la forma y algún elemento más que tengamos claro.

Uno de los colores más reconocibles y que últimamente va ganando muchos adeptos, es el color Tiffany. Desde que en su día, la elegante y mundialmente conocida marca nos envolviera sus diamantes y creaciones en cajitas y bolsas de un color verde muy original, se ha convertido en un emblema de la casa.

Ese color, tan específico y versátil, ha saltado desde esas cajitas y bolsas de Tiffany hasta vestidos, bolsos, zapatos, lacas de uñas...  Es verdad que nunca ha sido el color de moda por excelencia que inspire a grandes diseñadores para su colección ni llene las tiendas de Zara y HyM, pero es una opción elegante y romántica, llena de inspiración y de sabor a esos paseos por la Quinta Ave. de New York...